Ocho pruebas para tomar decisiones correctas


Cada día debemos tomar decisiones, que afectan nuestras vidas y la  de los demás, por lo tanto debemos tener sabiduría para hacer lo correcto. Pensando en ello, hoy quiero compartir una serie de preguntas que debemos hacernos, antes de tomar cualquier decisión.


 1. Prueba de las Escrituras—“¿Ha dicho Dios algo sobre esto en su palabra?” (2 Ti.3:16)

2. Prueba del secreto—“¿Me avergonzaría que todos supieran cuál fue mi decisión?” (Pr. 11:3)
3. Prueba del seguimiento—“¿Qué pasaría si todos siguieran mi ejemplo?” (1 Ti. 4:12)
4. Prueba del Espíritu Santo—“¿Me dejo guiar por la presión externa, o permito que me guíe el Espíritu?” (Gá. 1:10)
5. Prueba del tropiezo—“¿Podría ser tropiezo para alguna persona?” (Ro. 14:21)
6. Prueba de la tranquilidad—“¿He orado y siento paz en esta decisión?” (Fil. 4:6–7)
7. Prueba de la santificación—“¿Me impedirá esta decisión crecer a semejanza de Cristo?” (2Co. 3:18)
8. Prueba suprema—“¿Glorifica mi decisión a Dios?” (1 Co. 10:31)


Versículo para memorizar: “Andad como hijos de luz… comprobando lo que es agradable al Señor”. (Ef. 5:8, 10)

Autor: Esperanza para el Corazón
Los criterios que utilizan los historiadores cuando se trata de determina si un documento antiguo en concreto es fidedigno.

La primera pregunta es: ¿Cuándo se escribió? Hay una enorme diferencia entre un Evangelio escrito en el año 60 de unos treinta años después del ministerio de Jesús y otro documento escrito en el 150 d.C.
Si el Evangelio de Marcos se escribió durante la década 60-70 d.C. de treinta a treinta y cinco años después del ministerio de Jesús, entonces fue escrito dentro del transcurso de la vida de numerosas personas que habrían conocido a Jesús y le habrían oído enseñar. Esto habría tenido un efecto correctivo. Sin embargo, si un documento se escribe sesenta, ochenta, o cien años más adelante, se pierde entonces esta cadena. Aunque no es imposible que un documento escrito en un periodo muy posterior a los hechos pudiera contener material auténtico, es muchísimo más problemático.

Hay una segunda, la conexión geográfica. Por ejemplo, un documento escrito en el Mediterráneo oriental treinta años después del ministerio de Jesús es más prometedor que otro escrito en España o Francia a mediados del siglo segundo.

Una tercera cuestión tiene que ver con la exactitud cultural del documento, por lo que hace a sus alusiones a la política o a acontecimientos de aquel tiempo. Este criterio puede desenmascarar documentos falsos que pretenden haber sido escritos antes de lo que realmente lo fueron. Cuando tenemos a un escritor del segundo o tercer siglo que pretende estar relatando algo que hizo Jesús, con frecuencia no conoce los detalles culturales correctos. Por ejemplo, quienquiera que hubiera escrito el así llamado Evangelio de Pedro no conoce las tradiciones de los sepelios judíos, las cuestiones relativas a la impureza de los cadáveres, y otros asuntos del tiempo de Jesús. En estos casos, los autores quedan desenmascarados por errores que ni siquiera son conscientes de haber cometido.

Están también las cuestiones de la motivación para escribir. ¿Tenía el autor algún interés personalCuando analizamos los documentos del Nuevo Testamento, es verdad que tienen un claro propósito: afirmar que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Sin embargo, hacen también toda clase de afirmaciones que pueden ser evaluadas.

Extraído de "El caso del Jesús Verdadero" Lee Strobel.


Hermanos, saludos en Cristo, Estoy agradecido por sus oraciones y su apoyo financiero.
LLEGÓ EL DÍA ESPERADO
El día 07 de enero, al fin se inició la primera etapa del trabajo en Lambayeque, que consiste en hacer contactos por medio de la distribución de tratados evangelísticos por toda la ciudad, que cuenta con un aproximado de 75.000 personas. 

TODOS HACEN SU PARTE
Varios hermanos adultos de la iglesia Bautista “Buenas Nuevas” (de la que soy miembro), se han unido de manera voluntaria en el trabajo ministerial, en la distribución de tratados y están apoyándome cada semana. Algunos jóvenes y adolescentes, también vienen haciendo su parte y es que algunos están ayudando mucho en lo que se refiere a insertar las direcciones de contacto en los tratados (37.000). Otros están visitando y orando, pero ¡todos hacen su parte! Y es de mucha bendición.
ALGUNOS RESULTADOS
Hasta la fecha hemos venido distribuyendo tratados casa por casa; ya se han distribuido más de 12.000 tratados lo cual abarca el 10 % de la población. Como resultado 4 personas se han contactado con nosotros, entre ellas un joven de nombre Iván Ayala, lo cual ha redundado de manera favorable, ya que este joven está yendo al psiquiatra, por problemas que aún se desconocen. Su familia en su afán de ayudarlo ha recurrido a algunas iglesias, pero sin resultados. Le hemos testificado y su familia está interesada en que sigamos yendo para estudiar la Biblia con ellos, pido sus oraciones por toda la familia.

EN LA IGLESIA
Mientras voy trabajando en Lambayeque, sigo teniendo responsabilidades en mi iglesia local, enseñando en los jóvenes y predicando en algunos servicios principales, además de involucrar a los jóvenes varones en la obra misionera.
¿Quiere tener parte en este ministerio colaborando?
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PETICIONES DE ORACIÓN