Mi conversión y llamamiento
Corría el año 2001, tenía dieciséis años de edad, cuando un amigo, me invitó a la iglesia Bautista “Buenas nuevas”. Después de asistir por un mes y medio la Palabra hizo efecto en mí y entregué mi vida al Señor. Desde aquel momento, me invadió un deseo profundo por conocer lo que dice la Biblia, y día tras día estuve leyendo el Nuevo Testamento, hasta que encontré Mateo 9:35-38, y con lágrimas en los ojos le pedí al Señor que me usara, que si no hay obreros, yo quería ser uno de ellos.

Preparación y Ministerio
Transcurrieron tres años desde esa oración, y empecé mi preparación ministerial en el Instituto Bíblico de mi iglesia; allí estuve por dos años recibiendo clases y entrenamiento. Luego viajé hacia Arequipa, a treinta horas de mi ciudad, al Seminario Bautista Macedonia, donde seguí estudiando. Regresé a mi iglesia y permanecí trabajando como asistente pastoral. En el año 2011 regresé al seminario donde concluí mi preparación teológica y ministerial. Al volver a mi iglesia, serví como co-pastor, pastor de jóvenes y liderando una nueva obra; a fines del 2012 el Señor me abrió las puertas para trabajar en el Norte de África y fue así que en junio del 2013 fui enviado como misionero al país Marruecos, estuve aprendiendo el idioma árabe, y viajando por todo el país a lugares inaccesibles para llevar el Evangelio a “los que nunca han oído”. El Señor me dio grandes oportunidades de testificar y obsequiar Nuevos Testamentos a cientos de musulmanes, después de un año de ministerio, en el mes de junio del 2014 fui expulsado del país juntamente con mi compañero de viaje, por lo cual tuve que retornar inesperadamente a nuestro país.

Nuevos retos
El trabajo en mi iglesia local y como misionero transcultural, me han ayudado a mantener la chispa misionera; ahora estaré dando el paso de fe de iniciar una iglesia en la Lambayeque, creo que cada una de las experiencias que el Señor me ha permitido experimentar son herramientas valiosas que serán de mucho provecho en este nuevo proyecto que se avecina, sin lugar a dudas, vale la pena seguir en esta causa, ¿Hasta cuándo? ¡Hasta que todos oigan!