La tarea de las misiones mundiales está basada en el carácter de Dios y Su Palabra.

La Iglesia debe tomar la tarea de la Gran Comisión como un privilegio y no una carga.

Las misiones deben forman parte de la tarea central de cada iglesia local. Por lo tanto, cada una necesita la estructura adecuada que le permita cumplir su parte de la tarea en su vida diaria y la vida de iglesia.

La responsabilidad de una iglesia de involucrarse en las misiones locales no debe impedir que se involucre también en misiones mundiales. La tarea es inseparable e implica el compromiso local y global.


Por Carlos Scott, de Misión Glocal


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