La verdadera espiritualidad consiste en oír, creer y obedecer la Palabra de Dios. Es por eso que la Palabra de Dios es la fuente de la vida y salud de la iglesia, y la razón por la cual los pastores deberían predicar expositivamente, el Salmo 19. Otro pasaje que demuestra la absoluta centralidad de la Palabra de Dios en la vida cristiana es la familiar historia de María y Marta en Lucas 10:38-42.
La espiritualidad de la Palabra Estos dos pasajes nos enseñan que oír, creer y obedecer la Palabra de Dios es absolutamente central para cómo nos relacionamos con Dios. El Nuevo Testamento enseña que nacemos de nuevo a través de la Palabra de Dios (1 P. 1:23). Obtenemos fe a través de la Palabra de Dios (Ro. 10:17). Crecemos en santidad a través de la Palabra de Dios (Jn. 17:17). Y recibimos ánimo y esperanza de la Palabra de Dios (Ro. 15:4). Estas son algunas de las razones por las que la Palabra de Dios es la fuente y la sustancia de la verdadera espiritualidad. La verdadera espiritualidad es la espiritualidad de la Palabra.
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