Parece que hemos pasado por alto el hecho de que los modelos y métodos tienen ciertas limitaciones inherentes. 


1.-  No se puede transferir el contexto. Lo que funciona en la costa occidental de un país donde hay una comunidad urbana con espíritu metropolitano no tendrá pertinencia en el interior rural del mismo país. Cuando imponemos un modelo que ha dado éxito en un sector en un contexto distinto, puede que resulte ser un inmenso monumento al fracaso.
 
2.-  No se puede transferir los dones y la personalidad. Lo que da buenos resultados para un líder dotado de ciertos dones no funciona para uno con una mezcla distinta de ellos. Esto no quiere decir que uno es menos dotado o que tiene menos importancia en la obra del reino. Simplemente cada quien es diferente. Si uno intenta copiar el estilo de liderazgo y los métodos de otro, el resultado será que uno es visto como el imitador de un cantante famoso. El público puede entretenerse o divertirse con una o dos canciones, pero después se cansa de la falsedad.
 
3.- No se puede transferir la espiritualidad. Su intento de copiar un modelo que funciona en un lugar puede resultar en la negligencia de sus propios dones espirituales y los de su iglesia.
 
4.- No se puede transferir los dones únicos de una congregación específica. No es únicamente que el pastor de esta iglesia modelo es persona dotada en forma especial, pero también los miembros de su iglesia tienen dones únicos.
 
5.- No se puede transferir el tiempo y la madurez. Posiblemente ha costado años de trabajo diligente de parte de esta iglesia modelo, haciendo encuestas, experimentando y elaborando  programas especiales para lograr la dinámica en el ministerio que tienen hoy en día. El pensar que uno puede duplicar ese ministerio de la noche a la mañana es tontería absoluta.

Pero no hemos llegado al meollo del asunto todavía. ¿Por qué no están funcionando los métodos y modelos de crecimiento para la gran mayoría de las iglesias? ¿Por qué no están creciendo estas iglesias? La razón sencilla es que los métodos y modelos de crecimiento no pueden lograr el crecimiento. Hemos dado prioridad a asuntos secundarios. Hemos enfocado en métodos en lugar de hacerlo en el poder sobrenatural de Dios. Hemos olvidado que Jesús prometió que él edificaría su iglesia. No podemos substituir métodos, modelos y estrategias de mercadeo por la unción del poder sobrenatural de Dios. Tal estrategia sería el equivalente de construir una casa comenzando por el tejado, lo cual es una imposibilidad.

extraído de libro: el modelo  Antioquia

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